El ritmo de los soñadores
Por Denis V. Al Vino
E
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l invierno no conoce de piel ni bolsillo. Ir caminando por la flora y fauna
de la ciudad garantiza la fundación de nuestra máquina de suspiros. Una ola o
dos junto al susurro del viento o la idea de un sueño no concebido. ¿Qué es
volar sin alas? Saltar como si tuviéramos un relámpago en los pies, saltar. Jugar como
si no hubiera razón para preocuparse. Amar sin contemplaciones ni moral. Los
jinetes de papel danzan al ritmo de sus ideas. Ríen porque ignoran la tristeza
que la vergüenza pregona. No somos nadie si es que no creemos en la utopía de
ser quiénes no somos. Nos titulan y etiquetan con códigos de barras desde el nacimiento
hasta la cárcel. Ser libre es ser falaces.
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