Cuando el ímpetu y el amor por la patria vencieron a la prepotencia imperialista
Por Denis Vásquez Alvino
A propósito de Vietnam, un día como hoy los
estadounidenses abandonaron Vietnam luego de sufrir una estrepitosa derrota a
manos del impetuoso ejercito vietnamita
del lado rojo. ¿Quién podría pensar que
los grandes salvadores del mundo y abanderados de la democracia internacional
iban a sufrir tal histórica derrota? Sin duda alguna, ellos nunca lo hubieran
imaginado y muchos menos el mundo entero que veía absorto como un, hasta ese momento inofensivo, régimen comunista ubicado en la inhóspita Vietnam, para
muchos desarrollados occidentales, pudo arrasar con el poderío militar y mediático que
representaba hasta ese momento los Estados Unidos de Norteamérica..
La guerra de
Vietnam surgió a causa del enfrentamiento entre las guerrillas comunistas de
Vietnam del Sur (también llamadas Viet Cong y que contaban con el apoyo de sus
vecinos del Norte) y el gobierno de este país. Este hecho, que podría haber
sido uno de tantos conflictos de los que han ocurrido a lo largo de la
Historia, adquirió muy pronto una dimensión internacional pues los Estados
Unidos ofrecieron, como ya era de costumbre ante todo indicio comunista, su
apoyo al ejército del sur para impulsar la guerra.
Era la época de la guerra fría y Vietnam no fue visto por
los americanos como una nación que necesitaba auxilio ante el inminente
derrumbe de su gobierno, sino como un territorio clave para evitar que el
comunismo se pudiera continuar extendiendo por toda Asia, zona bajo la
influencia de países como China y Japón.
Sin embargo, la aventura no salió como ellos esperaban. Más allá de las
consecuencias políticas, esta contienda originó una serie de acontecimientos
sociales que marcaron a toda una generación y que hoy todavía perduran en la
memoria de todos, gracias, en parte, al legado que el mundo de la música y del
cine nos ha dejado sobre este episodio tan nefasto de la historia.
El 16 de marzo de 1968, una compañía de soldados
estadounidenses entró a la aldea de My Lai 4 en Vietnam. Más tarde un soldado
dijo: "Nos ordenaron matar y destruir todo lo que encontráramos en la
aldea. Nos dijeron claramente que no debíamos tomar presos". Otro soldado
describió lo que pasó: "No hubo resistencia. Solo vi tres armas y no
sufrimos ni una sola baja. Era igual a las demás aldeas vietnamitas: ancianos,
mujeres y niños. Creo que en toda la aldea no vimos un solo hombre de edad
militar". Empezaron a masacrar a los aldeanos. Después un soldado dijo:
"Había una anciana en una cama y un monje vestido de blanco le rezaba… El
teniente Calley lo arrastró afuera y le dijo algo. Parecía que el monje rogaba
que no lo matara. Calley lo empujó hacia el arrozal y le disparó a
quemarropa".
Les ordenaron empujar a todos los vietnamitas a una
zanja. Un soldado explicó: "Empecé a dispararles y creo que maté a unas 25
ó 20 personas… hombres, mujeres y niños. Hasta bebés". A un bebé que salió
a gatas de la zanja lo agarraron, lo tiraron de nuevo a la zanja y le
dispararon.
Hicieron lo mismo por toda la aldea. Quemaron las chozas
y los cultivos, y mataron el ganado. A algunos aldeanos les rayaron
"Compañía C" en el pecho; a otros los destriparon. A las mujeres las
violaron. Un soldado dijo: "No era difícil encontrar gente para matar, estaban
por todos lados. Les corté la garganta, las manos, la lengua y el cuero
cabelludo. Muchos soldados lo hacían y yo lo hice también". La masacre de My Lai solo se filtró debido a unos
soldados que se esforzaron por darla a conocer.
El teniente Calley fue el único condenado por las
barbaridades cometidas en My Lai. A pesar de que lo condenaron de asesinar a
más de 100 vietnamitas desarmados, ¡solo pasó dos días en la cárcel! El
presidente Richard Nixon mandó que pasara el resto de la sentencia bajo arresto
domiciliario, en un apartamento en el cuartel Fort Benning, donde cocinaba,
recibía invitados, veía la televisión y salía a hacer compras (acompañado de
policías militares). Lo pusieron en libertad tres años más tarde y recibió un
montón de dinero dando discursos a grupos derechistas.
Detalle curioso a tener en cuenta después que los americanistas defensores de la democracia criminalizaran, de manera tan exhaustiva, los actos nazis perpetrados contra los judíos tan solo un par de décadas atrás. Ironías de la historia que quedarán en el recuerdo americano. Y es que más de 400 vietnamitas murieron en My Lai y hoy el nombre de la aldea simboliza el salvajismo de Estados Unidos. El gobierno le echó la culpa a unos soldados desbocados, pero como escribió el historiador Howard Zinn: "En cuanto a My Lai, sólo los detalles son únicos".
Detalle curioso a tener en cuenta después que los americanistas defensores de la democracia criminalizaran, de manera tan exhaustiva, los actos nazis perpetrados contra los judíos tan solo un par de décadas atrás. Ironías de la historia que quedarán en el recuerdo americano. Y es que más de 400 vietnamitas murieron en My Lai y hoy el nombre de la aldea simboliza el salvajismo de Estados Unidos. El gobierno le echó la culpa a unos soldados desbocados, pero como escribió el historiador Howard Zinn: "En cuanto a My Lai, sólo los detalles son únicos".
En el 2004, el periódico Toledo Blade ganó el
premio Pulitzer por unos artículos sobre las barbaridades cometidas en Vietnam
por la unidad Tiger Force. El Blade informó: "En los refugios
subterráneos, mataron a propósito a mujeres y niños con bombas. A los ancianos
los mataron en los campos. A los presos los torturaron y los ejecutaron, y
guardaron las orejas y el cuero cabelludo como recuerdos. Un soldado le sacaba
a patadas la dentadura a los cadáveres buscando oro".
En el libro Flower of the Dragon (Flor del
dragón), Richard Boyle, un periodista que fue a My Lai para investigar la
masacre, escribió: "My Lai no fue el acto de un solo individuo, ni de
un solo pelotón o compañía. Fue el resultado de una campaña concebida,
ordenada, planificada y dirigida por el alto mando militar para darles una
lección a los aldeanos de la provincia de Quang Ngai. Fue parte de una clara
estrategia política, descrita como la ‘pacificación’ de los aldeanos
vietnamitas".
¿Qué era esa estrategia de "pacificación"? Para
quitarle el apoyo al Frente de Liberación Nacional, acorralaban a los
campesinos a la fuerza en "aldeas estratégicas", donde los vigilaban
soldados yanquis o survietnamitas. Las masacres como My Lai eran parte de esa
estrategia.
Vietnam fue una guerra injusta envuelta en
mentiras. Sin duda, este conflicto se define por sus metas políticas. La
invasión estadounidense de Vietnam fue una guerra sin motivos razonables, una
guerra de conquista cuya meta era quebrantar la voluntad de un pueblo oprimido
e imponer la dominación extranjera. Estados Unidos quería cercar a China e
impedir que la revolución maoísta se extendiera y tumbara gobiernos opresivos
"como dominós" en Tailandia, Malasia, Indonesia y Filipinas. Quería
la libertad de explotar a centenares de millones de seres humanos de la región
por todos los medios necesarios. La guerra también pasó a ser parte de la
contienda imperialista con la Unión Soviética.
La guerra de Vietnam llegó envuelta en mentiras.
Washington dijo que defendía a un aliado democrático, Vietnam del Sur, de una
invasión desde el norte; pero en realidad los vietnamitas son un solo pueblo y
llevaban muchas décadas luchando por la liberación y la unidad nacional: de los
colonialistas franceses, los japoneses, otra vez los franceses y, en los años
60 y 70, Estados Unidos.
El presidente Dwight Eisenhower impidió que se celebraran
elecciones en el sur de Vietnam e impuso una dictadura. Admitió sin pelos en la
lengua que la gran mayoría de los vietnamitas hubieran votado por el dirigente
revolucionario Ho Chi Minh si les hubieran dado la oportunidad.
Cuando la guerra revolucionaria se extendió a todo el sur
del país a comienzos de los años 60 y puso en peligro el gobierno títere, Estados Unidos inventó un pretexto (el incidente del
golfo de Tonkín) para despachar tropas.
Los terribles crímenes que cometió Estados
Unidos en Vietnam fueron una consecuencia de la naturaleza de la guerra, según
argumentaron sus líderes políticos y militares. Sin embargo, el mundo entero
fue testigo de que, una vez más, la prepotencia y y las ansias de poder
geopolítico llevaron a Estados Unidos a justificar una guerra que no tuvo pies
ni cabeza. Pese a todo, los vietnamitas ganaron aquel conflicto involuntario
llevando al ridículo a los abanderados de la democracia y la libertad de los
pueblos. Vietnam no sería una Corea ni tampoco una Alemania occidental post
Hitler. Este conflicto servirá de ejemplo a otras naciones como Cuba o, sin ir
muy lejos, los países de Medio Oriente para combatir a la tiranía americanista. Crear uno, dos, tres Vietnam es la consigna, tal como sentenciaría el Che Guevara.