Los obstáculos son oportunidades. Conversaciones Blanquerna por parte de ex almunos de la facultad
Por Denis Vásquez Alvino
Caminante no hay camino se hace camino al andar. Frase célebre del célebre escritor Machado que resume, de forma romántica, el destino de muchos profesionales cuando se encuentran con sus primeros obstáculos al intentar hacer realidad sus proyectos. En este mundo tan competitivo y austero en el que vivimos ya no hace falta con seguir un patrón establecido.Hoy toca reinventarse y luchar con arduo esfuerzo y creatividad contra todos los pronósticos negativos que surjan en el largo camino hacia el éxito.
Es así como surge el concepto de micromecenazgo, o también conocido como crowfunding, es decir buscar pequeños mecenas para financiar proyectos a cambio de recompensas exclusivas. Este nuevo tipo de financiación que, sin duda alguna, nos recuerda al mecenazgo moderno que surgió durante el Renacimiento, aunque con una organización muy diferente, se resume en la cooperación colectiva, es decir, una recolección llevada a cabo por personas que realizan una red para conseguir dinero u otros recursos. Esta forma de financiación suele utilizar como internet medio de difusión y captación para hacer realidad esfuerzos e iniciativas de otras personas u organizaciones.
En la actualidad, mecanismo para recibir donaciones ha ido en crecimiento de forma significativa especialmente en España. Dentro del plano académico, gracias al micromecenazgo o crowdfunding muchos jóvenes han sido capaces de realizar sus proyectos profesionales o artísticos. Sin embargo, actualmente han surgido nuevos obstáculos que se suman a los muchos que ya existían anteriormente a esta nueva figura de financiación, ya que el Estado está evaluando hacer que este grupo de personas que, de forma desinteresada y sin lucro alguno, apoyan proyectos de todo tipo tengan que pagar impuestos al Estado por el mero hecho de creer que se encuentran realizando movimientos económicos fuera de la ley y lo cual les convierte en defraudadores al fisco.
En consecuencia, los nuevos profesionales continúan esperando oportunidades que el Estado no les brinda. No obstante, gracias a mecanismos como el micromecenazgo es posible encontrar una luz al final del túnel pese a todos los inconvenientes que se devienen del mismo. Barcelona en la actualidad está considerada como la cuarta ciudad más creativa del mundo y sin la existencia de este grupo de filántropos que apoyan la creatividad y el progreso poco o nada podría hacerse.
Caminante no hay camino se hace camino al andar. Frase célebre del célebre escritor Machado que resume, de forma romántica, el destino de muchos profesionales cuando se encuentran con sus primeros obstáculos al intentar hacer realidad sus proyectos. En este mundo tan competitivo y austero en el que vivimos ya no hace falta con seguir un patrón establecido.Hoy toca reinventarse y luchar con arduo esfuerzo y creatividad contra todos los pronósticos negativos que surjan en el largo camino hacia el éxito.
Es así como surge el concepto de micromecenazgo, o también conocido como crowfunding, es decir buscar pequeños mecenas para financiar proyectos a cambio de recompensas exclusivas. Este nuevo tipo de financiación que, sin duda alguna, nos recuerda al mecenazgo moderno que surgió durante el Renacimiento, aunque con una organización muy diferente, se resume en la cooperación colectiva, es decir, una recolección llevada a cabo por personas que realizan una red para conseguir dinero u otros recursos. Esta forma de financiación suele utilizar como internet medio de difusión y captación para hacer realidad esfuerzos e iniciativas de otras personas u organizaciones.
En la actualidad, mecanismo para recibir donaciones ha ido en crecimiento de forma significativa especialmente en España. Dentro del plano académico, gracias al micromecenazgo o crowdfunding muchos jóvenes han sido capaces de realizar sus proyectos profesionales o artísticos. Sin embargo, actualmente han surgido nuevos obstáculos que se suman a los muchos que ya existían anteriormente a esta nueva figura de financiación, ya que el Estado está evaluando hacer que este grupo de personas que, de forma desinteresada y sin lucro alguno, apoyan proyectos de todo tipo tengan que pagar impuestos al Estado por el mero hecho de creer que se encuentran realizando movimientos económicos fuera de la ley y lo cual les convierte en defraudadores al fisco.
En consecuencia, los nuevos profesionales continúan esperando oportunidades que el Estado no les brinda. No obstante, gracias a mecanismos como el micromecenazgo es posible encontrar una luz al final del túnel pese a todos los inconvenientes que se devienen del mismo. Barcelona en la actualidad está considerada como la cuarta ciudad más creativa del mundo y sin la existencia de este grupo de filántropos que apoyan la creatividad y el progreso poco o nada podría hacerse.
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